lunes, 21 de mayo de 2012

Fantasmas


Paul Delvaux - Mujeres de vida galante
Hoy tuve uno de esos días en los que uno ha dormido bien, ha comido bien, ha tomado aire, ha despejado la mente. Y sin embargo, los pronósticos de buena suerte no se cumplen. No es que pase algo grave: no hay accidentes ni peleas, no aparece ese desastre que lo amarga a uno. Pero tampoco pasa eso excelente que prometía la mañana: no hay sorpresas ni encuentros interesantes, no hay hallazgos ni ideas.



No pasa nada. 


Esos días son peores que los malos; de estos tal vez se pueden sacar cosas dignas de ser recordadas. También son peores que los días que no empiezan bien; al menos no dejan esa sensación de promesa incumplida. En días así, uno piensa que tal vez los fantasmas sí existen. Sólo que, en lugar de asustarnos, se sientan a observar cómo nos parecemos cada vez más a ellos.

1 comentario:

  1. ¿qué tal la vida se convierta en un eterno retorno de eso? ¿uno se podrá volver fantasma de su propio sufrimiento?

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